NUEVE GRUPOS DE GIGANTESCAS MANCHAS APARECEN EN EL SOL

Miguel Gilarte Fernández

 

Dos de ellos son diez veces más grandes que la Tierra e indican que la actividad de nuestra estrella se multiplica. Son visibles con pequeños telescopios con filtros

Los astrónomos han detectado la aparición de nueve grupos de gigantescas manchas sobre la superficie del Sol, que pueden ser visibles estos días con los instrumentos adecuados, filtros solares aplicados a pequeños telescopios (Nunca mire al Sol directamente, los daños oculares podrían ser irreversibles).

Dos de esos grupos de manchas son diez veces más grandes que la Tierra. Cada uno de ellos está dominado por una gigantesca mancha, unas cuatro veces más grande que nuestro planeta. Estos dos grupos se encuentran ahora cerca del limbo o borde solar, por lo que apenas tendremos unos días para verlos antes de que desaparezcan tras el Astro rey.

Las manchas solares son regiones del Sol más frías que el resto de la superficie, aunque están a unos 4.500º C, mientras que la superficie lo está a unos 6.500º C, esta región se denomina fotosfera. Además, las manchas son poderosos campos magnéticos que se conectan entre unas manchas y otras. Por el contrario de lo que podamos pensar muchos de nosotros, el hecho de que el Sol tenga muchas manchas no indica que su temperatura mengüe, sino todo lo contrario, su actividad se multiplica.

Pero estas manchas oscuras lo son solo en apariencia, ya que su escasa luz es por motivo del contraste que hacen con la superficie circundante, mucho más cálida. Si pudiéramos aislar una de esas manchas y sacarla del Sol, brillaría 50.000 veces más que nuestra Luna llena.

El Sol posee un ciclo de aproximadamente 11 años, en el que llega al mínimo de actividad, para comenzar otro nuevo. Actualmente estamos en el ciclo 24, ya que de forma sistemática el Sol se viene estudiando desde 1755. Este ciclo de actividad comenzó en el año 2008 y la previsión para el máximo de actividad, con un Sol lleno de manchas, se pronosticó para finales de 2013 y principios de 2014. No obstante, el Sol nos está sorprendiendo con su estallido de actividad incluso a mediados de 2014.

Es muy difícil predecir cuándo el Sol llegará a su máxima actividad dentro de un determinado ciclo solar, ya que el ciclo de 11 años no es exacto, produciéndose ciclos de 10 ó 12 años.

El ciclo actual está siendo muy interesante, con una intensa actividad que en ocasiones ha llevado a los científicos a preocuparse por las eyecciones de masa coronal (llamaradas gigantescas que salen del Sol), que es materia de nuestra estrella; plasma (de electrones y protones), radiación y viento solar a una escala sin precedentes. La preocupación no se encuentra como muchos creen en la destrucción de la Tierra, sino en los perjuicios que puede ocasionar en los sistemas eléctricos y en las telecomunicaciones a un mundo que en la actualidad depende de la tecnología.

Nuestra protección es el campo magnético que rodea a la Tierra, pero en ocasiones se debilita e incluso hay constancia de que ha llegado a mínimos en el pasado, en el que prácticamente desapareció. Esto ocurre ante todo cuando hay una inversión en los polos del campo magnético, algo que es cíclico. Entones, la Tierra se queda sin protección ante el Sol y si a ello le sumamos que coincida con un máximo de actividad solar, resulta preocupante. Pero esa inversión, ahora, no se produce.

El doctor en física Michio Kaku, uno de los mejores divulgadores científicos de todo el mundo, recordó las consecuencias que podría tener el máximo de actividad solar del ciclo 24 en nuestra civilización. Las Tormentas de Radiación Solar y Tormentas Geomagnéticas se miden por su intensidad y son las siguientes: G1 (menor), G2 (moderada), G3 (fuerte), G4 (severa), G5 (extrema).

En el ciclo 24 hemos tenido tormentas fuertes y severas, es el caso del año 2012 con una tormenta G3, pero ante todo y el más espectacular y peligroso fue el año 2011, con dos tormentas G3 y cuatro tormentas G4.

Las manchas solares implican una gran actividad solar, aún no podemos dar por terminado el máximo de actividad solar de este ciclo y éste se retrase más de lo esperado. Hasta que no transcurran unos meses, no podremos estar seguros de que «el peligro» ha pasado. No obstante, nos tenemos que enfrentar a él cada once años.

Para observar las manchas solares visibles estos días, no mire nunca directamente al Sol. Si posee unos prismáticos o telescopio, incorpórele un filtro solar. Si carece de él, apunte sus prismáticos o telescopio al Sol, sin mirar a través de ellos. Coloque una cartulina blanca tras estos instrumentos, a medio metro de distancia aproximadamente del objetivo. La luz del Sol se proyectará en la cartulina de modo que las manchas se harán visibles. Si lo mira durante varios días, verá cómo las manchas se irán transformando y avanzando hacia el limbo solar.

Asociación Astronómica de España