EL COMETA QUE SE ACERCA A MARTE: 20 MINUTOS DE PELIGRO
Miguel Gilarte Fernández
La NASA ha cambiado las órbitas de sus naves en el Planeta rojo para evitar el choque con las partículas de la cola del Siding Spring el 19 de octubre
La NASA está reajustando las órbitas de sus sondas que orbitan Marte, en total tres, para evitar los peligros que trae el paso cercano de un gran cometa, el C/2013 A1 Siding Spring, cuyo núcleo puede ser de varias decenas de kilómetros. El objetivo es que no estén en el frente de choque de las partículas que vaya dejando la roca espacial cuando el día 19 de octubre pase a 130.000 km de la superficie del Planeta rojo, esto es tres veces menos que la distancia que separa la Tierra de la Luna.
En realidad, las diminutas partículas del cometa, que son de un tamaño de menos de 1 mm, no serían tan dañinas si no fueran a velocidades de 56 km/s, que es la velocidad a la que pasará el cometa por las proximidades de Marte, lo que dañaría de forma permanente cualquier nave que se pusiera en su camino. Algunos científicos no le dan mucha importancia a la caída de estos “proyectiles”, aunque todos se muestran cautos y otros muchos decidieron que las naves maniobraran para evitar, por si acaso, alguna catástrofe.
La lluvia de partículas del cometa rociará una gran parte de la atmósfera de Marte, pero antes de llegar a ella están las sondas espaciales, que deben ser protegidas y alejadas del evento. Por ello, la NASA va a evitar que estas tres naves se encuentren en el frente, que será más peligroso, unos 90 minutos después del paso del cometa por las proximidades del Planeta rojo y durante 20 minutos el riesgo es extremo.
Así pues, no se trata tanto de ocultar las naves detrás del planeta, sino de evitar su paso por la lluvia de meteoroides (partículas del cometa antes de entrar en la atmósfera) durante esos 20 fatídicos minutos. Ya existen evidencias de satélites artificiales terrestres “tocados” por estos diminutos pero potentes proyectiles.
La trayectoria del cometa Siding Spring
Ajustando órbitas
De hecho, ante el desastre que podrían ocasionar las partículas del cometa sobre las naves que giran alrededor de Marte, el Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO, por sus siglas en inglés), ya reajustó su órbita el 2 de julio y el 27 de agosto pasado. Otra maniobra similar se hizo con el orbitador ODISEA (Mars Odyssey, en inglés) el 5 de agosto. La recién llegada nave MAVEN (Evolución Volátil de la Atmósfera de Marte, por sus siglas en inglés) a Marte, efectuará un ajuste en su órbita para el 9 de octubre, todo ello para evitar la lluvia de partículas.
La cuestión es evitar la lluvia, pero estudiar al cometa, por ello hay que posicionarlas de tal forma que no se vean afectadas y saquen el mayor partido al cometa, ya que pasará tan cerca de Marte y de las naves, que es el mejor momento para poder fotografiar y analizar este gran cometa, para poder conocer los orígenes de nuestro Sistema Solar.
Estudio del efecto de la lluvia
La nave MAVEN estudiará la atmósfera superior de Marte y cuáles fueron los condicionantes para que el planeta perdiera en gran medida su atmósfera y tras ello cambiara de ser un planeta azul, a un mundo desértico, helado y sin agua que corra por su superficie, cuando antes, los mares y grandes ríos imperaban en el planeta rojo. Estudiará la historia del clima, su posible habitabilidad y el agua. Además, MAVEN contemplará los efectos de la lluvia de meteoros sobre la atmósfera marciana, mientras que las otras dos sondas en órbita alrededor de Marte fotografiarán y estudiarán al cometa.
El cometa fue descubierto el 3 de enero de 2013 por Robert H. McNaught desde el Observatorio de Siding Spring, en Nueva Gales del Sur, Australia. Lleva viajando por el espacio un millón de años, procedente de la Nube de Oort, una hipotética nube en forma de esfera que rodea todo el Sistema Solar aproximadamente a un año luz de distancia y que contiene miles de millones de cometas y asteroides, restos de la formación del Sistema Solar.
El cometa no lleva rumbo alguno, ya que no está estabilizado en ninguna órbita, de tal forma que lo más probable es que sea despedido por el Sol hacia fuera de nuestro sistema planetario, al tener una órbita abierta hiperbólica, así que no regresará jamás.
El cometa ha sido visto desarrollando una larga cola y actividad desde hace meses, por lo que debe ser todo un espectáculo su visión desde Marte.
Visibilidad del cometa
Telescopios potentes podrán contemplar el cometa en las proximidades de Marte, que se localizará en la constelación de Ofiuco, para el 19 de octubre. Marte será visible a simple vista, poco después de la puesta del Sol, bajo y sobre el horizonte SW, como una estrella roja, arriba y a la izquierda de otra estrella roja de nombre Antares (la rival de Marte), exactamente del mismo brillo que el planeta.
En un principio se pensó que el cometa llevaba una trayectoria de caía hacia el Planeta rojo, hasta que con el paso de los meses se pudo calcular mejor su órbita según se movía en el espacio y más tarde la NASA rebajó esa posibilidad de 1 entre 600. Hoy se sabe que el cometa será el más próximo que pase por Marte desde que estos cuerpos se llevan estudiando.
Si el impacto se produjese, sería incluso visible desde la Tierra, provocando un cráter de varios cientos de km, generando una energía equivalente a unos 25 millones de gigatones.
Otras sondas
El orbitador europeo Mars Express y el de la India que acaba de llegar a Marte, la denominada Mangalyaan, continuarán con sus labores de investigación en el Planeta rojo y se desconoce hasta el momento si tomarán medidas para evitar la lluvia de partículas.
Por otro lado, los todoterrenos que circulan por la superficie de Marte, como el Curiosity, no tendrán ningún problema a tal respecto.
Asociación Astronómica de España