¿EXISTE EL FUTURO?
Miguel Gilarte Fernández
El futuro es una parte del tiempo que no ha sucedido, pero que muchos pretenden adivinar, entre ellos, echadores de cartas y astrólogos, visionarios que nos ven más allá de hoy, en otro tiempo y en otro lugar. Resulta curioso, si ello fuese así, nuestras vidas estarían escritas. Dios, un ente infinitamente superior a nosotros, ha debido tomarse la molestia de escribir un libro de cada ser humano, de cada animal, planta o cosa, incluyendo a cada átomo, electrones, protones, neutrones y cada elemento que componen estas estructuras. Entonces, ya no podríamos cambiar nada, todo debe transcurrir tal como se dispuso en cada libro para cada cual. Algunos piensan, que como Dios es infinito en el tiempo, tuvo plazo suficiente para realizar esta colosal y casi infinita obra.
Predicciones mayas.
La milenaria civilización maya, con una antigüedad de tres mil años, hizo una predicción sobre el fin del mundo, que tendrá lugar en 2012. Los mayas eran sabios del tiempo, conocían con una precisión similar a la nuestra el calendario y los acontecimientos astronómicos futuros. Estaban obsesionados con el tiempo y la creencia de un cambio de conciencia a nivel planetario en el futuro, que coincide con el 21 de diciembre de 2012. Pero los mayas no hablan de un fin del mundo, sino de un cambio del ser humano, de una nueva era, propiciada, por la alineación de la Tierra, el Sol y el centro de nuestra Galaxia. Todo ello toma más fuerza, cuando algunos científicos anunciaron que para el 2012, el Sol presentará una actividad inusual, en forma de tormenta solar, o lo que es lo mismo, que gigantescas llamaradas podrían llegar a la Tierra, otros científicos predicen que el campo magnético de la Tierra cambiará su polaridad, dejándonos algún tiempo sin protección ante las llamaradas solares. En realidad todo son predicciones, vengan de echadores de cartas o de científicos, el resultado es el mismo; no sabemos qué pasará.
Abajo la pirámide de Kukulcán, que en realidad y entre otras cosas es un templo dedicado a la astronomía.
Pero el hecho de que la Tierra se alinee con el Sol y el centro de la Galaxia, cosa que ocurre con más o menos exactitud todos los años, no implica ningún acontecimiento ni positivo ni negativo, para el ser humano o para la Tierra en general. La actividad solar, se puede predecir mínimamente y no hasta el punto de que en 2012 aparezcan gigantescas llamaradas solares. La inversión de los polos magnéticos de la Tierra y la desaparición momentánea del campo magnético, es un hecho que ocurre cada cierto tiempo, pero sin periodicidad, por lo que es imposible averiguar cuándo ocurrirá el próximo cambio, la última desaparición ocurrió hace 780.000 años, aunque es cierto, que el campo magnético en los últimos 150 años se ha reducido en un 10%. En realidad casi no sabemos nada del campo magnético terrestre, pues desconocemos qué lo produce, a pesar de que desde pequeños hemos estudiado que el núcleo de la Tierra es una especie de dinamo que gira y está compuesto de níquel y hierro, pero hay mucho más, que ahora empezamos a atisbar.
El horóscopo.
Seguimos pensando si podemos adivinar el futuro. Haga un ejercicio y coja varios periódicos. Vaya a la sección del horóscopo y lea lo que dice de su signo del zodíaco. En cada uno de ellos se referirá a temas diferentes y generalizados, que nos pueden pasar a todos. Hoy he visto el horóscopo y uno de ellos dice:
“Se presentarán oportunidades de conocer gente nueva muy interesante que puede aportarte ideas renovadas en lo profesional. Pero no creas que será gratuito; todo tiene su peaje y tendrás que estar dispuesto a dar algo a cambio. Pero no confundas las relaciones profesionales con la amistad”.
Más que adivinar el futuro, parece un viejo consejo que todos conocemos y que se puede aplicar a cada uno de nosotros, no necesariamente a aquellos que sean Acuario, Virgo o Leo, por ejemplo.
Por cierto, lo más seguro es que usted ya no sea del signo que es, porque la Tierra tiene un movimiento en su eje, como si se tratara de un trompo en sus últimos momentos de giro, antes de caer y pararse definitivamente, llamado de precesión, y va barriendo el cielo y apuntando a otros lugares, desplazando las fechas de cada signo, de tal forma que ha quedado así:
Capricornio, del 20 de ene. al 16 de feb., Acuario, del 16 de feb. al 11 de mar., Piscis, del 11 de mar. al 18 de abr., Aries, del 18 de abr. al 13 de may., Tauro, del 13 de may. al 21 de jun., Géminis, del 21 de jun. al 20 de jul., Cáncer, del 20 de jul. al 10 de ago., Leo, del 10 de ago. al 16 de sep., Virgo, del 16 de sep. al 30 de oct., Libra, del 30 de oct. al 23 de nov., Escorpión, del 23 de nov. al 29 de nov., Ofiuco, del 29 de nov. al 17 de dic. y Sagitario, del 17 de dic. al 20 de ene.
Abajo, si se fija, verá que el Sol recorre su camino durante algunos días por la constelación de Ofiuco (línea roja).
Si se ha fijado bien, verá que existe un nuevo signo, Ofiuco, pero no de ahora, sino de hace muchos años. ¿Quién de nosotros es ahora Ofiuco? Habíamos estado leyendo nuestro futuro en signos equivocados, pero por ello no han cambiado nuestras vidas, ni para lo bueno ni para lo malo. Que nadie se preocupe por no ser del signo que creían ser.
¿Se puede comprobar el futuro?
Podemos calcular de forma matemática, dónde se encontrará un planeta, un cometa o una estrella, pero no lo podremos comprobar hasta que ese día de la predicción (o cálculo) llegue, por lo tanto tendremos que esperar al presente. Pueden ocurrir muchos hechos que hagan que la predicción no sea la correcta, como por ejemplo que un asteroide se estrellara contra un planeta y lo desvíe de la posición predicha. Para poder conocer el futuro, tendríamos que conocer todos los cuerpos del Universo, sus posiciones, movimientos, masas, incluso a nivel atómico, y ello es imposible. Si fuera así, conoceríamos el impacto de aquel asteroide y el punto en el que se debería encontrar el planeta tras el encuentro. Incluso con los mejores cálculos matemáticos y los más potentes ordenadores, es muy difícil saber a ciencia cierta qué ocurrirá en un momento determinado, sin conocer todos los datos, que son mucho menores que las incógnitas.
No tenemos ningún medio posible de llegar al futuro. Si alguien de nosotros, pudiera llegar ahora mismo al año 2015 y vernos en aquel año, indicaría lo mismo, que nuestro futuro está escrito. ¿Pero alguien puede estar en dos lugares al mismo tiempo? Es decir, en el año 2014 y ver lo que pasará estando en el año 2015? Es a todas luces imposible. Si fuera así, viviríamos al mismo tiempo en el año 2012, 2013, 2014, 2015… ¿Qué sentido tendría vivir al mismo tiempo, en cada año de nuestra vida a la misma vez?
Viajeros del tiempo.
¿Podría yo adivinar el futuro? Voy a intentarlo: La nave New Horizons de la NASA, fue lanzada hacia Plutón el 19 de enero de 2006. Como conozco su velocidad y la distancia que hay a Plutón, se puede pronosticar que llegará al planeta enano para estudiarlo junto a sus lunas, en julio de 2015. Bien, ¿sé que ocurrirá este acontecimiento? Pues no. Depende de ello mil factores, entre los cuales, que la nave no tenga problemas técnicos, que no se desvíe de su ruta y que no pase de largo una vez alcanzado su objetivo, como ha ocurrido con otras sondas enviadas a Marte.
Alguien pensará, bueno, si tuviéramos tecnología suficiente, podríamos enviar un ser humana hacia el futuro y a Plutón, concretamente a julio de 2015, para saber si la nave llegará o no. Pero tenemos un problema, la nave está actualmente viajando, atravesando en estos momentos la órbita de Neptuno, por lo tanto, no ha llegado a Plutón todavía. Si el viajero del tiempo que mandemos hoy, al año 2015, estuviera viendo la llegada de la nave a Plutón a fecha de hoy en la Tierra, pero también con fecha futura de 2015, cómo es que dicha nave a fecha de hoy está sólo en la órbita de Neptuno y muy lejos de su destino. Si el viajero pudiera ver la sonda New Horizons desde Plutón y en 2015, estando a fecha de hoy en la Tierra, quiere decir que la nave, está en dos lugares al mismo tiempo, es decir, en la fecha de hoy y en la de julio de 2015, o aún mejor, estaría en todos los lugares de su trayectoria interplanetaria al mismo tiempo, puesto que podríamos mandar otro viajero que viera la nave en 2014 para comunicarnos cómo va la sonda en su trayectoria.
El estar en dos lugares al mismo tiempo, es una predicción de la mecánica cuántica, aquella que por ejemplo se refiere a partículas de nivel subatómico, pero son teorías incompletas que no se pueden demostrar en la práctica. Ahondando en cuestiones tan poco coherentes como que algunas de estas partículas pueden estar al mismo tiempo en Universos diferentes, es como hacer del agua oro, en realidad, no conocemos otros universos, ni tan siquiera el nuestro. La Luna, que gira alrededor de la Tierra, lo hace como un electrón alrededor del núcleo del átomo. ¿Alguien ha visto la Luna en un momento determinado en dos lugares diferentes? Claro que esto funciona a nivel subatómico ¿? Teorías.
No hay medios de predecir el futuro y menos de internarnos en él. Si ello fuera posible, hubiéramos visto viajeros que se presentaran en nuestros días, es decir, en el futuro de ellos. ¿Pero dónde están esos viajeros del tiempo? Ya tendrían que haber llegado, si no de nuestro planeta, de otros mundos inteligentes y tecnológicamente avanzados.
El Universo está en pasado. Se mira, pero no se toca.
Todo lo que existe en el Universo es pasado, y se debe a que la luz tiene una velocidad finita, de 300.000 km/s. Si usted se pusiera en la Luna y me saludara desde allí, la luz que parte de su mano, tiene que llegar a la Tierra, y lo hará pasado algo más de un segundo, ya que es el tiempo que emplea en llegar, es decir, yo vería a usted en la Luna tal como era hace 1 segundo y también veo la Luna tal como era hace 1 segundo, porque está a poco más de 300.000 km, lo que tarda la luz en recorrer esta distancia en 1 segundo. Pero la Luna está “a tiro de piedra”. El Sol está a 149.600.000 km y la luz emplea en llegarnos desde él, 8 minutos, y lo vemos tal como era hace 8 minutos. Si el Sol se apagara ahora, no nos daríamos cuenta de ello hasta que transcurrieran 8 minutos.
Mientras más lejos veamos los objetos, más en pasado estarán. La estrella más cercana, la vemos como era hace 4 años (está a 4 años luz), la galaxia más cercana, la vemos como era hace 2,5 millones de años y si miramos al confín del Universo, veremos las galaxias como eran hace miles de millones de años. Si existieran seres a una distancia de 2011 años luz y miraran a la Tierra, la verían tal como fue hace 2011 años, porque la luz de la Tierra les está llegando ahora a ellos, y podrían ver la infancia de Cristo.
Algún día conseguiremos dominar el tiempo y el espacio, y tal vez, a través de agujeros negros y de gusanos, podremos aparecer en lugares muy lejanos del Universo, en el mismo momento que salimos de la Tierra, imaginemos que mandamos a un hombre a una estrella distante a 2.000 años luz, para ver a Jesucristo y al imperio romano, a otro hombre el mismo día a una estrella que diste 65 millones de años luz, para ver cómo desaparecieron los dinosaurios, a otro hombre a 4.600 millones de años luz, para que cuando mirase a la Tierra viera su formación Podríamos mandar miles de viajeros, cada uno a un lugar, para comprender la historia de la Tierra o de todo el Universo, siempre que los mandáramos para ver el pasado.
El pasado se puede ver, pero no tocar, ni entrar en él. El futuro se puede calcular matemáticamente, algunas veces con más aciertos que otros, dependiendo de acontecimientos imprevistos. ¿Sabe usted qué le va a ocurrir mañana, aunque haga lo mismo de todos los días?
Una curiosa imagen se puede ver en la fachada de la catedral nueva de Salamanca. Se trata de un astronauta. La catedral se comenzó a construir en el 1513, inteviniendo los Reyes Católicos, aunque se consagra en el 1733. ¿Puede ser la imagen de un viajero espacial? En realiad no lo es, se trata de un adorno que se puso con motivo de la restauración de la catedral en 1992.
Asociación Astronómica de España