TRES INMENSOS CATACLISMOS QUE CAMBIARÁN EL SISTEMA SOLAR

 

Miguel Gilarte Fernández

 

 

 

Nuestro sistema planetario no es tan estable como parece, Saturno puede perder sus sanillos y Neptuno y Marte ganar unos nuevos tras unos choques devastadores

 

 

1 Fobos caerá sobre Marte

 

NASA
Marte, con sus satélites Fobos y Deimos

 

 

Fobos, una curiosa luna de Marte, totalmente irregular, con unas dimensiones de 26,8 × 21 × 18,4 km, resulta tener el récord de ser la luna que orbita más próxima a la superficie de su planeta, que en la actualidad es inferior a 6.000 km, mientras que nuestra Luna está a poco menos de 400.000 km. Gira tan cerca de Marte y sobre su ecuador, que desde algunos puntos del planeta es imposible verlo, ante todo desde los polos marcianos, o en latitudes superiores a los 70,4º, ya que el horizonte evita su visión, estando por debajo de él todo el tiempo.

Si mirásemos a Marte desde Fobos, lo veríamos 6.400 veces más grande que nuestra Luna llena vista desde la Tierra y 2.500 veces más brillante. Por ello existen misiones para llegar a Marte y estudiar el planeta desde Fobos, dada la proximidad a Marte. Aunque hay que tener cuidado, ya que la gravedad de Fobos es 1.000 veces inferior a la de la Tierra y un buen salto nos podría llevar a Marte, incluso podríamos lanzar piedras desde Fobos para que impactaran sobre el planeta. Para escapar de la Tierra, hace falta una velocidad de 11,2 km/s; en Fobos, solo de 0,011 km/s.

Fobos es un asteroide capturado por Marte, además hay otro más distante y de menor tamaño denominado Deimos. Fobos recibió un impacto de tal magnitud, que es un verdadero milagro que aún se mantenga de una sola pieza. El cráter es denominado Stickney y tiene 9 km de diámetro, podría parecer pequeño, pero resulta tener la mitad del diámetro del satélite. En ningún otro satélite se da este caso.

El Dr. Sharma ha estudiado la órbita de Fobos escribiendo sobre ello en «Theoretical Formulation of the Phobos, moon of Mars, rate of altitudinal loss» (Formulación Teoríca de Fobos, luna de Marte, índice de pérdida altitudinal). El Dr. Sharma afirma que Fobos caerá a Marte dentro de 10,4 millones de años. Pero antes, dentro de 7,6 millones de años, cuando Fobos se acerque a tan solo 3.620 km de la superficie de Marte, éste debido a la fuerza de marea del planeta, se romperá y sus trozos quedarán girando en torno al Planeta rojo formando un anillo, hasta que caigan poco a poco.

En realidad Fobos es una pila de escombros, así llaman los científicos a cuerpos celestes al estudiar su volumen y masa dando como resultado una bajísima densidad. Se trata de un cuerpo cavernoso, con muchos huecos en su interior.

Fobos se aproxima a Marte porque la duración de su traslación alrededor del planeta (7h 39,2 m), es menor que el día de Marte (24,6 h), lo que lo hace caer de forma espiral hacia el planeta. A nuestra Luna le pasa lo contrario, por eso se aleja de la Tierra. Su traslación alrededor de la Tierra es mucho más lenta que el día de nuestro planeta. Sería curioso contemplar a Fobos desde Marte, lo veríamos pasar por un mismo punto del cielo, varias veces al día, mientras que nuestra Luna necesita cerca de un mes para ello.

 

 

2 Tritón explotará y dará anillos a Neptuno

 

 

NASA / Jet Propulsion Lab / U.S. Geological Survey
Tritón

 

Nuestra Luna tiene un diámetro de 3.476 km, mientras que Tritón tiene 2.407 km de diámetro. Es una de las mayores lunas de nuestro Sistema Solar y la más grande del colosal planeta Neptuno.

Tritón, que se pensaba que era un mundo inactivo, por su lejanía al Sol (4.800 millones de km) con temperaturas que lo hacen el más frío del Sistema planetario con 240º bajo cero (esta sí es una bola de hielo, con volcanes de hielo), ha resultado ser un interesante cuerpo del Sistema Solar, con un final parecido al de Fobos, aunque aguantará mucho más tiempo.

Tritón parece ser como Fobos una luna capturada por Neptuno, ya que su órbita es retrógrada, es decir, gira de forma inversa al resto de los satélites de Urano y en sentido opuesto a la rotación del planeta, y además con una inclinación de 157,3º con respecto al ecuador de Urano, mientras que Fobos lo hace casi exactamente en el mismo ecuador. Hay otras lunas menores de otros planetas con órbitas retrógradas, pero ninguna tan grande y cercana a su planeta como Tritón.

Tritón es conocido por sus géiseres, que se observan desde el espacio (gracias a la Voyager 2) como columnas de humo negro que se doblan cuando alcanzan los 8 km de altura debido a los vientos de su tenue atmósfera. Estos géiseres proceden del calentamiento del nitrógeno y el metano en el interior del planeta, mezclados con la tierra y el polvo. A temperaturas tan bajas, se mentienen en estado líquido corriendo bajo la superficie. Al calentarse por las estaciones de Tritón, el nitrógeno y el metano hierven y emanan a la superficie de forma violenta, dado que el eje de rotación está inclinado 30 grados, lo que hace que en ciertas ocasiones, uno de sus polos mire al Sol y más tarde el otro.

Nuestra Luna ralentiza el movimiento de rotación de la Tierra por el efecto de las mareas, lo que hace que el satélite se aleje. Tritón tiene una órbita casi exactamente circular, pero la conservación del momento angular acerca Tritón a Neptuno y además acelera la rotación del planeta, también lo contrario que ocurre entre la Tierra y la Luna.

Cuando Tritón se acerque demasiado a Neptuno, la fuerza de gravedad de éste estirará al satélite y lo romperá en millones de pedazos, que girarán alrededor de Neptuno formando un complejo de anillos muy similar al de Saturno. Claro que los científicos hablan de 3.600 millones de años para el acontecimiento.

A pesar del tiempo, el Sistema Solar sufrirá notables cambios hasta su total destrucción cuando la vida del Sol llegue a su fin en forma de gigante roja, inflándose y arrasando a los planetas más interiores, posiblemente hasta Marte. El resto de los planetas lejanos y gigantes verán cómo una estrella enorme y roja se quedará en una enana blanca del tamaño de la Tierra.

 

3 Saturno perderá un anillo

 

 

 

NASA
Sistema de anillos de Saturno en la última imagen de la Cassini

 

Desde un principio, hemos pensado que los anillos de Saturno se formaron al mismo tiempo que el planeta, pero gracias a los estudios que se está realizando Jeff Cuzzi, científico interdisciplinario de la  misión Cassini de la NASA, parece que éstos se formaron hace unos 100.000 millones de años, lo que puede indicar que no sean tan estables como se pudiera pensar.

La formación de los anillos de Saturno sigue siendo un misterio. Pudieron haberse formado por la colisión de dos de las más de 60 lunas que tiene, o por el impacto de un gran asteroide o cometa sobre una de ellas. Pero la teoría de Canup indica que una de las grandes lunas de Saturno sufrió los efectos de marea del planeta, estirando a dicha luna y arrancándole la práctica totalidad del hielo que contenía. Más tarde el resto rocoso de la luna caería al planeta, así se explicaría que casi toda la composición de los anillos es hielo y agua.

Lo cierto es que esos cientos de anillos, de un grosor de unos 100 m, en su mayoría son estables, por la presencia en su interior de pequeñas lunas, que por su efecto gravitatorio los mantienen tal y como los vemos en el telescopio. Estas lunas tiran de los anillos hacia el interior del planeta. Si los anillo hubieran nacido con el planeta, ya no existirían.

Según Kevin Baines, investigador en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, algunas bandas oscuras que aparecen en la superficie de Saturno son provocadas por la caída de partículas de agua desde los anillos más próximos, lo que implicaría un descenso de este material componente de los anillos hacia la superficie de Saturno.

El 90% de los anillos del planeta está compuesto de agua, agua que ahora estudia la sonda Cassini sobre la superficie de Saturno y que procede de los anillos. Estas partículas de agua estaban siendo atraídas y llevadas a la superficie de Saturno a través de su campo magnético, según se deduce de las investigaciones y observaciones realizadas por el gran telescopio Keck.

Para entender la aparente estabilidad de los anillos de Saturno, podríamos escoger dos de sus lunas, llamadas “pastores”, y cuyos nombres son Prometeo y Pandora. Estos satélites mantienen “vivo” el fino anillo F, uno de los más exteriores del basto complejo de anillos. El primer satélite es de 100 km de diámetro, el segundo irregular de 104×81×64 km. Prometeo es la Luna interior al anillo F y tira de él en dirección a Saturno, pero acto seguido la luna Pandora, exterior al anillo, tira de éste hacia el espacio exterior. El tira y afloja hace que el anillo se mantenga. Este anillo está a 140.000 km del centro de Saturno y mide entre 500 y 30 km de extensión. Otras lunas semejantes mantienen a otros anillos de Saturno. De no existir los satélites pastores, los anillos se hubieran diluido en el espacio.

Muchos científicos creen que los anillos de Saturno son simplemente una rareza en el Sistema Solar, una bella visión de la que podremos disfrutar durante algún tiempo. El anillo más cercano a Saturno está cayendo hacia él poco a poco, lo que podría desestabilizar el conjunto de anillos exteriores a éste y desintegrar todo el sistema con las migraciones de las Lunas pastores.

Podríamos encontrarnos pues, con un planeta que perderá sus anillos, Saturno, y otro que los creará de forma muy similar, Neptuno. Todos los planetas gigantes tienen anillos, pero a excepción de Saturno, el resto son casi inapreciables. Neptuno brillará en el cielo como el nuevo Saturno.


ASOCIACIÓN ASTRONÓMICA DE ESPAÑA