¿VIDA Y CONDICIONES FAVORABLES INTERMITENTES EN MARTE?

 Miguel Gilarte

 

Aunque nadie ha podido demostrar aún la existencia en el presente o en el pasado de vida en el vecino planeta rojo (Marte), parece evidente, por las condiciones climáticas que tuvo Marte, hace millones de años, que esta posibilidad de vida es plausible.

 

Pero a los investigadores les asaltan las dudas y ahora parece haber un enfrentamiento, no ya entre los que creen que existió vida en Marte y los que no creen, pues este último aspecto parece ya superado.

 

Ahora esta cuestión parece tener otro enfrentamiento. Por un lado los que piensan que la vida en Marte comenzó hace miles de millones de años, y hace algunos cientos de millones de años, dejó de existir porque las condiciones climáticas del planeta fueron tan extremas que la vida se extinguió.

 

Por otro lado, está el grupo de investigadores que creen que la vida en Marte, es intermitente, casual y alentada por causas externas al propio planeta. Es esta última propuesta a la que me voy a referir, aunque no hay pruebas definitivas y tal vez jamás las tendremos, pero por interesante y creíble, es digna de mencionarse.

 

El astrofísico Carl Sagan, rey indiscutible que fue de la divulgación de la astronomía en TV y en otros campos de la investigación y exploración de los planetas, siempre pensó que la vida en Marte, pasaba por amplios períodos de aletargamiento, esperando mejores condiciones en la atmósfera marciana para poder salir de ese estado y florecer de nuevo en el planeta, para que la vida misma creara un planeta maravilloso, similar a la Tierra.

 

Pero nunca supe los motivos por los que Carl Sagan pensaba que la vida pasaba por estas duras pruebas en Marte. Hoy conocemos a Marte como un gran desierto, donde las condiciones reinantes son tremendas incluso para la vida más tenaz que conocemos en la Tierra. Pero las pruebas evidentes de que en Marte corría una gran cantidad de agua, por las fotografías de inmensos canales sobre su superficie, nos hacen pensar que Marte antes, era un planeta con condiciones similares a la Tierra.

 

Pero por qué observamos ahora un mundo casi muerto, helado, lleno de cicatrices. Parece como si Marte nos pidiera una llamada de atención. Ningún mundo examinado en el Sistema Solar es más parecido a la Tierra que Marte, pero aún Marte fue un mundo mucho más parecido a la Tierra.

 

La nueva teoría intenta explicar, como decía Carl Sagan, que la vida en Marte existe o ha existido, pero a intervalos casuales de tiempo. Ya no se trata de una vida estable o de una atmósfera estable, que duró miles de millones de años. Ahora se trata de vida y atmósfera momentáneas. ¿Cómo?

 

Sobre la superficie de Marte se han observado grandes cráteres de impacto, o algunas cuencas de impacto de cientos de km de diámetro como Hellas Planitia (planitia significa llanura) o Argyre Planitia, ambos en el hemisferio sur marciano, que dieron lugar con toda probabilidad a enormes lagos llenos de abundante agua y por tanto con posibilidad alta de vida.

 

   

 Arriba, donde señala la flecha, se observa un inmenso cráter de 400 km de diámetro denominado Schiaparelli, producto seguramente del impacto de un asteroide. Foto Nasa.

 

 

Grandes impactos: el famoso cráter denominado “la cara feliz de Marte”, por la semejanza a un rostro humano, que lo forman las montañas y cráteres en el interior del cráter principal. Foto Nasa.

El impacto de estos asteroides, fue (es una posibilidad) la clave, para crear vida no permanente en Marte. Cada impacto de un gran cuerpo extraterrestre, era bien recibido en Marte.

 

El impacto, daría lugar a un aumento de la temperatura, de modo que el agua eternamente presente en la superficie de Marte en estado sólido y principalmente en los polos, se derretiría, dando lugar a que corriera en gran cantidad sobre la superficie marciana formando los miles de canales que hoy podemos observar, algunos de ellos totalmente desproporcionados como el Valle Mariner de 5.000 km de longitud.

 

El oxígeno atrapado en las rocas y en el subsuelo se elevaría para conformar la tenue atmósfera que queda (como hoy día) después de pasar millones de años tras una colisión de un asteroide. La atmósfera, mucho más espesa ahora, subiría la temperatura del planeta, siendo, luego entonces, similar a la de la Tierra, observándose pues, océanos, mares, grandes lagos y canales, todo un paraíso para la vida, que esperaba aletargada la llegada del asteroide.

 

Un posible encuentro con un asteroide, podría remover “las entrañas” de Marte, y así hacer saltar parte del interior del planeta mediante los colosales volcanes que hoy observamos, por ejemplo en la región de Tharsis, cuyos volcanes más representativos son: Monte Olimpo (de 27 km de altura y 500 km de base), Monte Arsia, Monte Pavonis o Monte Ascraeus.

 

La actividad de los grandes volcanes, produciría un incremento del CO2 y por lo tanto del efecto invernadero, así que se sumaría a los demás efectos provocados por el impacto para aumentar la temperatura del planeta.

 

Una vez creada una atmósfera estable, el planeta durante algunos millones de años, se comportaría como la Tierra; agua, tal vez vida, tal vez vegetación, vientos, mareas, continentes, islas, etc.

 

Pero, esta situación, no sería soportable de forma indefinida. Marte, con la mitad del tamaño de la Tierra y sin poder mantener por sí solo su atmósfera con la desaparición de los agentes internos y externos que dieron lugar a ella, iría poco a poco perdiéndola, tal vez desprendiéndose hacia el espacio. Debemos tener en cuenta que Marte tiene la mitad del tamaño que la Tierra, por lo tanto cuatro veces menos gravedad y así le cuesta más trabajo “agarrar a su atmósfera”.

La suma de su poca gravedad con la falta de actividad del planeta, podría propiciar la desaparición de la mayor parte de su atmósfera. Así que, todo volvería poco a poco a retroceder, a perderse el agua; una parte al espacio, otra parte hacia el subsuelo, el oxígeno correría la misma suerte, la vida iría retrocediendo, quizás conscientemente tomó medidas e hizo de sí misma una vida peculiar, no existente en nuestro planeta, una vida que surge tras una gran catástrofe planetaria quedando aletargada, Díos sabe dónde, la mayor parte del tiempo.

 

Pero he aquí un grave problema para la vida en Marte si tenemos como cierto esta teoría de impactos, de vida que surge y desaparece cada x tiempo, esa vida no podría estar muy avanzada. Recordemos que para formar un ser humano, ha hecho falta más de 4.000 millones de años de evolución planetaria y unos cuantos millones de años (tal vez 4 millones) para evolucionar el hombre como tal, pero Marte nunca ha sumado tanto tiempo junto “de vida pletórica” entre impacto e impacto”, por ello la supuesta vida en Marte, nunca podrá estar tan evolucionada como en la Tierra. “Los parones evolutivos” son colosales.

 

 Arriba, imágenes de algunas islas de Marte; tierras altas rodeadas

de tierras bajas por las que pasó una gran cantidad de agua.

Esta podría ser una forma de vida más en el Universo. ¿Quién sabe?, nosotros sólo conocemos la nuestra, por ello, podemos referirnos a tantos estados de vida como se nos ocurra, nadie podrá decirnos lo contrario. El Universo es inmenso y desconocido, y así lo son los planetas, y la evoluciones que han seguido para poder conseguir dar vida.

 

Pero hay otro problema (si lo queremos llamar así), si seguimos con la teoría de: impacto = vida en Marte, hay que pensar, que cuando se estaba formando el Sistema Solar (hace unos 5.000 millones de años) y algunos millones de años después (tal vez hasta unos 1.500 millones de años después), la probabilidad de impactos de asteroides y material sobrante de la formación de planetas y el Sol, era muy alta, de modo que los encuentros eran más probables, pero después de la formación del Sol y los planetas, el material disperso ya estaba recogido en estos astros, sobrando "poco” y el poco que sobraba se iba recogiendo en órbitas bien definidas como el cinturón principal de asteroides (entre las órbitas de Marte y Júpiter), el cinturón de Kuiper (en la órbita de Plutón), la nube de Oort (envolviendo al Sistema Solar a 1 año-luz del Sol), etc.

 

Mientras más se recogía este material y pasaba el tiempo, la posibilidad de impactos contra Marte de diluía. Hoy día es poco probable que un gran asteroide choque contra la Tierra, menos aún con Marte por su menor tamaño y menor gravedad, no obstante hay que recordar que Marte está próximo al cinturón principal de asteroides, que tal vez sea el que le da vida a nuestro vecino y quién sabe si a nosotros nos la da y nos la quita (extinción de los dinosaurios por impacto de un asteroide)

 

Estos impactos de asteroides, podrían confirmar las denominas “inundaciones recientes” que se han observado en los últimos años en Marte gracias a las sondas espaciales, que consiste en inundaciones que surgen desde el subsuelo de Marte hacia la superficie, en un corto período de tiempo, arrasando una vez que salen la superficie, con toda la tierra que se encuentra. También es posible explicar este fenómeno por calentamientos interiores de Marte, haciendo que el hielo que hay enterrado bajo la superficie aflore al exterior repentinamente y con gran presión.

 

 En esta foto tomada por el Telescopio Espacial Hubble, se observa

perfectamente el polo sur marciano, uno de los lugares que puede

abastecer de agua a Marte en períodos cálidos y atmósfera espesa.