UN ASTEROIDE DE 10 KM DE DIÁMETRO CHOCÓ CONTRA LA TIERRA HACE 65 MILLONES DE AÑOS

El asteroide que mató a los dinosaurios

 Miguel Gilarte

 

Haciendo historia de la catástrofe

 

Hace 65 millones de años, aconteció una catástrofe en la Tierra a nivel planetario, y todavía las huellas del cataclismo, perduran a través del tiempo, e incluso es posible investigar hoy día en parte los resultados del acontecimiento.

 

Es muy probable que los dinosaurios (terribles lagartos) dominaran nuestro planeta al menos durante 70 millones de años. La dominación fue tal y su adaptación a todos los medios tan eficiente, que ellos mismo impedían el nacimiento de otras especies diferentes. El hombre, habría de esperar millones de años después de la desaparición de los dinosaurios para poder surgir y evolucionar.

 

Los dinosaurios, según las últimas investigaciones, estaban evolucionando de tal manera, que algunos de ellos estaban de-sarrollando un principio de inteligencia, que casi con seguridad, en el transcurso de algunos millones de años más, se hubieran convertido en animales inteligentes, y quién sabe si esa inteligencia les hubiera servido para establecerse en la Tierra de forma definitiva.

 

El hombre, que apareció en los cuatro últimos millones de años, fue capaz de desarrollar su cerebro e inteligencia tan rápido, que pronto se hizo con el control de planeta.

 

Los dinosaurios, fueron tan vetustos, torpes, y poco desarrollados, para el largo período de tiempo que se establecieron en la Tierra, que esperaron a lo inevitable, a una catástrofe que debe ocurrir cada x millones de años en cualquier planeta del Sistema Solar. Solamente una especie que desarrolle una tecnología eficiente y de forma rápida, puede ser consciente de los peligros del espacio exterior y atajarlos. Los dinosaurios no fueron conscientes jamás de estos peligros, y mucho menos, pudieron defenderse de ellos, por lo tanto, tras tanto tiempo de permanencia en nuestro planeta, estaban sentenciados.

 

Hace 65 millones de años, un asteroide de grandes dimensiones alcanzó la Tierra. Una roca de 10 km de diámetro, entrando a una velocidad de 160.000 km/h, es un proyectil con una fuerza devastadora tal, que los proyectiles más poderosos que el hombre alberga en sus arsenales, es nada comparado con los resultados sobre la Tierra del asteroide.

 

Investigadores de la Universidad de Zaragoza, expertos en el período Cretácico, investigadores cubanos y japoneses, han llegado a conclusiones sorprendentes sobre este brutal acontecimiento, aunque las investigaciones persisten.

 

El iridio

 

El iridio es un metal muy duro, resistente a los agentes químicos, blanco plateado, de peso atómico 192,22, número atómico 77. Funde a los 2.410ºC y se encuentra de forma muy escasa en algunos minerales de platino de la Tierra. Se puede encontrar en la corteza terrestre en una concentración de sólo 0,001 ppm.

 

Este elemento, descubierto por Smithson Tennant, en 1804, es sumamente raro en la naturaleza, pero no en el espacio. Esta es la clave fundamente, y el motivo por el que sabemos que los dinosaurios, sólo pudieron desaparecer por un objeto procedente del espacio.

 

 

 

La caída del asteroide y las consecuencias finales

Nuestra atmósfera funde en partículas microscópicas, la inmensa mayoría de los meteoritos que proceden del espacio, cuya masa es de millones de toneladas diaria.

 

El asteroide de 10 km de diámetro, tiene tanta masa, que nuestra atmósfera poco pudo hacer para desintegrarlo. Se puede estimar que solo el 10% de la masa del asteroide, pudo ser fundida o desintegrada por la atmósfera, y tal vez, rompiera el asteroide en pocos trozos debido al brusco cambio de temperatura y desigualdad de la misma, de las zonas externas de la roca extraterrestre y las internas.

 

Una o varias enormes bolas de fuego, debieron verse a gran altura y desde miles de km del lugar del posterior impacto. Tras la caída, el suelo debió temblar en cientos de km a la redonda, el fuego se haría dueño de centenares o miles de km cuadrados, pero lo peor estaba por llegar. Tal vez, la mayor nube de polvo y humo que jamás se haya visto en la Tierra, se elevaría hasta la atmósfera y poco a poco rodearía la Tierra, evitando que gran parte de la luz del Sol llegara al planeta. Durante meses o años, este lamentable espectáculo perduraría, desapareciendo grandes masas forestales, herbívoros, carnívoros y la práctica totalidad de la vida terrestre (no toda, pues hoy todavía conservamos descendientes de los dinosaurios).

 

¿Dónde se produjo en impacto?

 

La tierra no es un mundo muerto (como la Luna), todo lo contrario, su excesivo dinamismo en cuanto al desgaste de su superficie; llámese erosión mediante el viento, océanos, ríos, lluvias, terremotos, glaciares, movimiento de placas, volcanes, vegetación, etc, hacen que en poco tiempo los cráteres provocados por rocas del espacio se borren. Pero sólo los mayores, puede sobrevivir al cabo de los millones de años.

 

El mayor cráter debe ser aquel que dio origen a la desaparición de los dinosaurios y tal vez de los más antiguos. No obstante, grandes lagos, inmensos bosques, puedan ocultar cráteres anteriores.

 

Para encontrar los grandes cráteres, como el que mató a los dinosaurios, es básico encontrar un lugar, donde abunde el iridio.

 

Este lugar se llama ahora Península de Yucatán en Méjico, concretamente en Chicxulub.

 

La capa de estrato correspondiente al período Cretácico contiene abundancia desmesurada de iridio en comparación con cualquier otra capa de otros períodos anteriores y posteriores. El estrato denominado KT, que separa el Cretácico del Terciario, contiene este elemento, y es en este estrato, donde se centran las investigaciones.

 

El cráter y las pruebas

 

La abundancia de iridio más destacada corresponde con un cráter enterrado que en principio se estimó con unas dimensiones de 184 km de diámetro, pero que más recientemente se ha calculado en 300 km de diámetro, lo que lo convierte en uno de los mayores cráteres del Sistema Solar. El impacto del asteroide fue tan enorme, que se han descubierto fracturas en las rocas de la zona del cráter con más de 1,5 km de profundidad.

 

Sólo estudios científicos profundos sobre este cráter, dada la fecha que tiene, su desgaste, estado actual, con el agravante de que se encuentra enterrado, pueden dar resultados convincentes sobre lo ocurrido hace 65 millones de años.

 

 

Aspecto de los continentes al final del Cretácico y el lugar en el que impactó el asteroide.

 

Los continentes en la actualidad y el lugar de impacto del asteroide.

 

 

Península de Yucatán en México y cráter de impacto.

Se han encontrado fragmentos del asteroide tanto en la zona del cráter de 300 km, en las proximidades e incluso a varios miles de km (a 9.000 km y en el Pacífico fueron localizados restos en 1998) , lo que confirmaría que el asteroide se fragmentó en su entrada a la atmósfera. Algunos de estos fragmentos (que incluyen rocas de varios metros) se encuentran en el Museo de Historia Natural de la Habana (Cuba).

 

Hay que recordar, que la velocidad con la que impactó sobre la superficie, fue tan brutal, que es difícil localizar restos del asteroide, ya que la mayor parte de la masa del mismo se pulveriza justo en el momento del impacto.

 

La tierra no es un mundo muerto (como la Luna), todo lo contrario, su excesivo dinamismo en cuanto al desgaste de su superficie; llámese erosión mediante el viento, océanos, ríos, lluvias, terremotos, glaciares, movimiento de placas, volcanes, vegetación, etc, hacen que en poco tiempo los cráteres provocados por rocas del espacio se borren. Pero sólo los mayores, puede sobrevivir al cabo de los millones de años.

 

El mayor cráter debe ser aquel que dio origen a la desaparición de los dinosaurios y tal vez de los más antiguos. No obstante, grandes lagos, inmensos bosques, puedan ocultar cráteres anteriores.

 

Para encontrar los grandes cráteres, como el que mató a los dinosaurios, es básico encontrar un lugar, donde abunde el iridio.


Asociación Astronómica de España