CINCO CÚMULOS ABIERTOS DE UNA SOLA VEZ

Miguel Gilarte

 

 

La constelación de Casiopea, es muy prolífera en cúmulos abiertos. No hay más que pasearnos por sus cielos con unos prismáticos o un telescopio con ocular de ancho campo, para comprobar el gran número de estrellas y racimos estelares que contiene.

 

Se identifican los 5 cúmulos que vamos a observar dentro del círculo, cerca de la estrella Delta de Casiopea. Las estrellas más pequeñas son de magnitud 11,5.

Muchas veces paseamos por el interior de Casiopea y observamos cúmulos, pero a falta de mapas celestes precisos no sabemos lo que estamos viendo. Es importantísimo, que cualquier observador del cielo, esté en posesión de atlas como el Sky Atlas o el Uranometría. El primero llega a la magnitud 8 y el segundo a la 9,5. Este último es una joya celeste.

 

Sobre estos cúmulos hemos escrito en otras ocasiones, pero no nos parece correcto dejar este tema definitivamente y más ahora, que Casiopea luce alta en las noches de verano.

 

El primer cúmulo que vamos a identificar es el brillante M 103, que está a pocos minutos al NE de la estrella delta de Casiopea (Cas). Lo identificaremos porque su forma es la de un abanico abierto, con una estrella brillante de 8ª magnitud en el vértice. M 103 se hace visible con prismáticos como una pequeña nube redondeada.

 

M 103 está en las coordenadas de 01h 29m + 63º 19’. Su magnitud visual es de 7,4 con un diámetro de 6’ y contiene 25 estrellas. En los dibujos que se presentan en la página siguiente de los cúmulos, suele haber más estrellas de las que indican los catálogos, y es que algunas de ellas no pertenecen al cúmulo, pues son estrellas de fondo. Este cúmulo, está a una distancia de 8.476 años-luz y tiene una antigüedad de 22 millones de años.

 

Detalle de los cúmulos abiertos M 103, NGC 659 y NGC 663.

 

Detalle de los cúmulos abiertos NGC 654 t Tr 1.

A algo más de 1º al E de M 103, nos topamos con el cúmulo abierto NGC 659. Para telescopios pequeños, este nuevo cúmulo, puede aparentar ser una nube casi irresoluble de estrellas, o tal vez, salpicada aquí y allá de débiles luminarias.

 

Es algo más débil que M 103, pues su magnitud es de 7,9 y también algo más pequeño, llegando a los 5’ de arco. Por su aspecto abigarrado, no debe caber duda que contiene más estrellas que M 103, que es un cúmulo mucho más abierto. Para NGC 659, se le asigna un total de 40 componentes.

 

La estrella más brillante es de la 9,56 magnitud, mientras que casi la mitad, van más allá de la magnitud 16, por eso vemos con telescopios medianos un fondo lechoso o neblinoso. Curiosamente, este cúmulo está más cerca que M 103; a 6.846 años-luz del Sol, por lo que debemos intuir que sus estrellas son menos luminosas que las de M 103. La edad media de las componentes es de 20 millones de años.

 

A unos 30 minutos al NNE de NGC 659, hallamos al cúmulo abierto NGC 663. Si no fuera por el cariño tan especial que le tengo a M 103 (pasado años estudiando este cúmulo) diría que NGC 663 es el cúmulo abierto por excelencia de los cinco que vamos a ver. Es un cúmulo abierto con “con todas las de la ley”, y esto implica, que tenga un tamaño medio, una magnitud visual aceptable y un buen número de estrellas.

 

Su magnitud llega a la 7,1. De todas formas visible con prismáticos. Unos 20 X 50 son capaces de distinguir estrellas en su interior, pero veremos una gran nube estelar. Existen varias estrellas de 8ª y 9ª magnitud. La mayor concentración estelar en este cúmulo la contemplamos en su extremo E. Se pueden contar más de 100 estrellas hasta la magnitud 14 y más de 150 hasta la magnitud 16.

 

A unos 30’ al NW, podemos hallar otro interesante cúmulo, que resulta ser el más brillante de los cinco que podemos contemplar. Se aproxima su magnitud al límite de objetos visibles a simple vista y en noche muy oscura. Es de la 6,5 magnitud, con un tamaño aparente de sólo 5’, tiene un aspecto con prismático de una pequeña bola borrosa, aunque una buena vista es capaz de discernir alguna que otra estrella en su interior.

 

Las componentes más brillantes son: una estrella de magnitud 8, otra de magnitud 9 y dos de magnitud 10. El brillo conjunto que tiene el cúmulo de 6,5 magnitud, se debe a que las estrellas se amontonan en un reducido espacio.

 

Hasta la magnitud 14 se cuentan 27 luminarias y hasta la magnitud 16 sólo podemos sacar tres más.

 

Para cerrar este bello recorrido por el quinteto de cúmulos estelares, nada mejor que observar el diminuto cúmulo Tr 1, a 40 minutos al NNE de M 103, que es el mejor punto de referencia para localizar a Tr 1.

 

 

 

 

Este pequeño cúmulo se hace visible como una estrella múltiple, con aberturas superiores a los 70 mm. Mientras mayor sea nuestro telescopio, más estrellas podemos ver en su interior y despegar los sistemas dobles y múltiples que existen en su interior.

 

Sólo un estudio detallado de este cúmulo, nos dará resultados positivos. Para ello y entre otras cosas, debemos permanecer horas con Tr 1, aunque en un principio parezca no merecer la pena.

 

Las estrellas principales dibujan una “H”. Hay 19 luminarias hasta la magnitud 16, repartidas de la siguiente forma: 10,66; 11,05;   12,05; 12,76; 12,79; 12,82, 12,95; 12,99; 13,17; 13,56; 13,73; 13,89; 14,23; 14,27; 14,37; 14,42; 14,56; 14,60; 15,21.

 

Estamos escribiendo sobre el cúmulo más pequeño de los cinco, ya que alcanza los 4,5’ de arco, con una magnitud conjunta de 7,1; lo cierto es que es bastante débil y para una notable observación, necesitaremos telescopios de al menos 200 ó 250 mm de abertura.

 

Existe otro cúmulo denominado Cz 4, a tan sólo 5 minutos al N de Tr 1. Los catálogos indican que contiene 10 estrellas en un espacio de 3’, pero no veo nada en la posición de 01h35m18s+61º27’, lo que quiere decir que es un error y el cúmulo no existe, o que sus estrellas van más allá de la magnitud 16.

 

Otros tres cúmulos abiertos se asientan al E del grupo de 5 cúmulos y son el IC 166, Cz 5 y Berk 6, pero en ninguno de ellos consigo ver nada parecido a un cúmulo.

 

 

Asociación Astronómica de España